Marcel y Alberto: los «yayos» del Concor «Los abueletes son más estables» 28/1/2003

A punto de cumplir sus 25 años de historia, la sala Concor abre sus puertas los domingos por la tarde a bailongos y marchosos de la tercera edad. No es baile de salón, ni sala de fiestas. Es discoteca, con sus luces, sus flashes, su penumbra, sus cubatas y sus ligues. Sólo que la media de edad es de 60 años y algunos-as se acercan a 80. Velan de esa sesión, la única de la semana tan especializada, el discjockey Alberto Tomàs Peñaranda, 32 y el Jefe de Sala desde hace 19 años, el popular Marcel Marqués Chic, 42.

-Está sonando Chenoa, ¿no?

-Claro hay que combinar la música moderna con algun pasodoble algun vals. Si no ponemos un vals nos matan.

-¿Que entiende por música moderna?

-No es house ni máquina, claro. Pero sí mucho Operación Triunfo, David Civera, Estopa, Chayanne, Ricky Martín... Ah! Y Coyote Dax, claro. El country que no falte.

-Lo bailan a gusto

-Se lo pasan bomba. Tatarean todas las canciones en voz alta y si hay que dar botes dan botes.

-¿No hay que llegar a Antonio Machín?

-No por favor. Esto es discoteca y ellos quieren que sea discoteca.

-No quieren sentirse carrozas, ¿no?

-Claro. Ellos quieren sentirse jóvenes. Y si el ambiente baja un poco, agradecen que me baje yo (Alberto) a la pista y les anime.

-Lo he visto. Parecía una clase de aerobic.

-Pues lo están esperando. Acaban cansados, pero se sienten bien. Como que han cumplido. Después de eso, la sesión ya va sola hasta el final.

-¿Necesitan ser animados?

-Sólo agunos días. No sé si porque el Barça ha perdido o porque llueve, están más espesos. En cambio hay días que lo bailan todo.

-¿A la gente joven no hay que animarla?

-No. A las sesiones de sábado tarde y noche viene gente joven, o sea de unos 35 años, y ésos ya van solos.

-¿Los mayores vienen a recordar sus tiempos de discoteca?

-Muchos sí. Venían al primer Concor de hace 25 años, se casaron, tuvieron hijos, dejaron de venir y ahora vuelven.

-Mira ese calvo. Aguantando el cubata en la barra y mirándolo todo como ausente. ¿Son los mismos personajes-tipo de siempre con 50 años más?

-Claro, la go-gó del centro de la pista, el ligón, todos. La mayoría llevan 30 años haciendo lo mismo.

-¿Y se liga?

-Mucho. Aquí se han formado muchas parejas. Los jóvenes mariposean, pero los abueletes son más estables. Llegan se conocen y forman parejita.

-¿Hay marro en el privé?

-Ya no hay privé. Ahora allí hacemos tango. pero sí, hay besos, caricias, abrazos, celos... los que se enfadan y el se va a una barra y ella se va a la otra, los que no paran de espiar a su ex, la que tontea con uno para dar celos al otro...en fín lo que hemos hecho todos...

-... a los 16.

-Pues mira, ellos tienen 60 y lo siguen haciendo.

-¿Acabaremos así?

-Yo seguro que no (Marcel) porque no sé ir de cliente. Para mí la disco es sólo trabajo.

-¿Pastillas, coca, porro?

-Nada. Y bebida poca. A veces nos piden un café o una tila y les hemos de decir que no hay cafetera. Si no soportan ni el humo. Se nos quejan de que se fume en la pista.

-¿De qué más se quejan?

-De que les roban los asientos. Los reservan con chaquetas y luego los encuentran ocupados. Eso les da mucha rabia.

-¿Se os quieren ligar las chicas de oro?

-(Los dos a la vez) Síííí. Hay cincuentonas que más de una vez nos echan los trastos y «oye porqué no me acompañas a casa». Cuando las yayas se quejan de que aquí sólo hay viejos les decimos &;pero si aquí estoy yo señora» (ríen). Luego nos arrepentimos de haberlo dicho.

-¿Vienen clubs de separados?

-Sí, pero casi todo son mujeres y a la que se empareja el único hombre que llevan, se acabó el club.

-Mira que marcha tiene aquel ancianito.

-¡Huy! Ese viene también a las sesiones del sábado y no se va hasta las 4 de la mañana.

-¿Qué pones ahora?

-El Sex Bomb de Tom Jones. Verás qué pasa con ese grupito.

-¿Los que bailan al compás?

-Sí (suena Sex Bomb, forman corro alrededor de un madurito interesante que baila a lo travolta y termina con una voltereta hacia atrás entre los aplausos de los suyos).

-Vaya espectáculo.

-Le llaman el Tom Jones. ¿A qué se le parece?

-Pues sí. Vaya personajes.

-Y los que faltan. Por aquí venía antes un Fred Astaire que bajaba las escaleras con unos aires de Hollywood... Bailaba estupendo.

-¿Y te acuerdas de aquella pareja que se iban uno a cada punta y se ponían a correr hasta el centro de la pista? Uá! La lanzaba por los aires, la echaba por los suelos, daba gusto verlos.

-¿La Seguridad Social se ahorra mucho dinero con vosotros?

-Yo creo que sí. Hacen una de gimnasia que ya tienen marcha para hacer de canguro de los nietos toda la semana.

Inserso-Disc

« BAILAR PEGADOS El DJ y el jefe de sala de Concor saben muy bien que el lento gusta a todas las edades. «Esos minutos mágicos», les llaman ellos. En los mayores es ya un derecho adquirido al que no piensan renunciar. «Si no hacemos un parón con dos o tres boleros nos matan».

En las sesiones nocturnas con 'jóvenes' de 30 a 35 años, el lento se va instaurando. «El otro día no les puse y se me quejaron». En Área simplemente no tienen cabida. Romperían el acelerado ritmo house. Ellos se lo pierden.